Una pregunta que surge frecuentemente en odontología es si se pueden combinar dos tratamientos para conseguir buenos resultados.
Aunque parezca raro hablar de implantes en ortodoncia, lo cierto es que es posible, y a decir verdad, los resultados son excelentes, tanto estética como funcionalmente, si se aplican ambas técnicas de manera adecuada.
Para entender mejor el tema, es necesario conocer ambos conceptos.
La ortodoncia se especializa en la corrección dentaria, a través de leves fuerzas que van modificando la posición del diente de manera paulatina, hacia el lugar deseado (brackets, alambres, plaquetas fijas para dormir, etc).
Mientras que los implantes nos permiten sustituir las piezas perdidas, mediante la colocación de una raíz artificial, que se integrará al hueso, mediante un proceso llamado oseo-integración.
Así pues, lo recomendable es iniciar un tratamiento ortodóntico correctivo, antes del proceso de implantología, pues cuando hay ausencia de alguna pieza, los dientes vecinos tienden a moverse hacia el espacio vacío, lo que genera una deformación que debe ser corregida.
Asimismo, si se quiere reponer una pieza faltante, es necesario conocer el tamaño, la forma y la altura que esta debe tener, lo que se consigue mediante un proceso previo de ortodoncia.
Esto generará un beneficio mayor, y mas notorio, en pacientes que vayan a iniciar un tratamiento de prótesis, removibles o fijas, que se verá reflejado en el resultado final.
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